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Miguel Chiappe, uno de los productores de 'Suba al Aire'
Eran los años 80, Colombia estaba a punto de enfrentarse a las décadas más duras de su historia reciente: el fin del frente nacional, la guerra contra el narcotráfico, la creación de movimientos insurgentes, entre otros; el colombiano de a pie quería estar informado de lo que realmente estaba pasando no solo en su país sino localmente y no encontraba cómo hacerlo.
En ese entonces ya existían las primeras manifestaciones de radio comunitaria, creadas por ciudadanos comunes, que inspirados querían hacer un cambio social real; basta recordar el caso de Radio Sutatenza creada por el padre José Joaquín Salcedo a finales de los 40, desde ahí,se crearon cientos de radios comunitarias en pueblos, veredas y municipios. Las ciudades capitales como Bogotá aún no contaban con este tipo de espacios.
La ‘Corporación Suba al Aire’ funcionaba en el entonces municipio de Suba, con una frecuencia ‘ilegal’, pues no pagaban derechos ni el espacio de esta frecuencia, ya que el Ministerio de las TIC no “dimensionaba que eso (las licencias para radios comunitarias) era necesario para las ciudades capitales, sino para las regiones” así afirmaba Miguel Chiappe, uno de los productores encargados de la actual estación de radio comunitaria Suba al Aire.
Para 1997 esta corporación logró ganarse la tutela impuesta al MinTIC para que las ciudades capitales pudiesen tener y pasar propuestas de radios comunitarias, cientos de estaciones presentaron licitaciones y proyectos; Suba al Aire se quedó con su frecuencia y desde hace diez años funciona en la casa de la cultura, cerca a la Alcaldía Local de Suba emitiendo bajo el dial 88.4FM para el noroccidente de Bogotá; esta estación aunque creada por expertos en radio es hecha totalmente por ciudadanos: niños, jóvenes, personas en condición de discapacidad. Resulta difícil entender cómo los ciudadanos de a pie, sin tener muchos conocimientos en comunicación logran tener y hacer programas de calidad y además con buena acogida por los radioescuchas.
Miguel, explicaba que en el proceso, que todas estas personas que quieren hacer radio deben hacer un pequeño taller de tres módulos para que entendieran un poco más sobre la producción, el manejo de equipos, la crítica de medios y la investigación para sus programas; dándoles total libertad a estas personas de hacer sus programas, hablar y emocionarse contando los problemas de la comunidad “toda persona tiene derecho al acceso a los medios de comunicación y visibilizar su pensamiento; para esto es importante formarse” asegura Miguel.
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Los ciudadanos también reciben apoyo colaborativo de los estudiantes del programa de Comunicación Social y Periodismo de varias Universidades de la ciudad, quienes realizan sus prácticas en la emisora y brindan sus conocimientos para apoyar a toda la comunidad que quiere se quiere expresar, criticar (todo de modo muy optimista) para mejorar su entorno, por ello se crean espacios de inclusión como lo son, por ejemplo: el programa “lluvia de girasoles” que es hecho por personas con discapacidad cognitiva, apoyados por estos practicantes, este es uno de los programas semanales más escuchado, por la investigación tan exhaustiva que realizan y los resultados que proporcionalmente obtienen.
Existen historias en la colorida casa de la cultura en donde funciona Suba al Aire, que por sus micrófonos han pasado desde pensionados, vendedores, bacteriólogos y gente de la élite; no se sabe cómo llegaron, pero seguramente fue el impulso de querer hacer radio y ser parte activa de la comunidad, contar sus historias con contenidos creativos y llenos de ideas.
En Colombia existen alrededor de 1.200 estaciones de radio comunitarias, todas estas están brindando espacios de integración y participación ciudadana en veredas, municipios, pueblos o grandes ciudades; este tipo de estaciones, son creadas en su mayoría por creadas por asociaciones, Juntas de Acción Comunal, colegios, sindicatos y hasta parroquias. Gracias a la licitación que le permitió a las ciudades capitales crear este tipo de espacios, la colorida Suba al Aire es una de las seis emisoras de carácter comunitario que funcionan en Bogotá.
No sólo es una oportunidad de integración social sino también de vida, puesto que, pueden contar anécdotas, hechos que han marcado sus vidas o que ellos desde sus ámbitos personales, han logrado ver, es allí donde se ve que hacer radio no sólo es estar en una cabina radial, sino también hacer parte de una familia en la que todos investigan, todos aportan y todos debaten. “Suba al aire” como aliados de la comunidad realizan interesantes e importantes contenidos que están en su página web oficial y que fueron transmitidos en programas especiales.
Las ciudades capitales como Bogotá, Medellín, Cali o Barranquilla tienen máximo siete estaciones de radio comunitarias, en comparación con las otras dos tipos de estaciones de radio existentes en el país (las de interés público ycomercial) que se ven en gran cantidad en estas ciudades.
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“Cuéntame esas historias de Colombia” es otro programa y proyecto de la estación, donde se grabaron alrededor de 40 capítulos que invitan a reflexionar y a conocer la historia de Colombia, esta serie sale a partir de testimonios contados por las víctimas y de un acompañamiento de dramatizaciones de niños y adultos mayores, apostándole a la reconciliación como un proceso que vincula todas las partes; buscando además que toda la comunidad tenga presente, cree y reconstruya esa memoria y les permita entender un poco más del conflicto en Colombia. Estos capítulos fueron patrocinados por La Uniòn Europea y el Ministerio de Cultura realizados en el 2017.
Así, con contenidos tan influyentes como estos, las emisoras comunitarias como Suba al Aire, cumplen su papel de llegar a la gente, darles voz, motivarlos a la investigación y explotar sus ideas para que puedan ser escuchados. La mayoría de personas que trabajan junto a Suba al Aire, son propios oyentes quienes decidieron formar parte de este equipo de trabajo para generar grandes ideas, es un trabajo diario que requiere no sólo esfuerzo, sino también actitud para los retos que se presentan.
Las temáticas que maneja Suba al Aire, son para toda la familia, incluye temas que van desde: lo social, el cine, la gastronomía, la música, el deporte; esta es una forma que usan como participación e inclusión ciudadana promoviendo valores como la unión familiar, la amistad, la cooperación y el respeto, toda esta magia sucede dentro de una cabina de radio.
Como ve, cualquier persona que tenga acceso a las tecnologias, o más bien que tenga el deseo de hacer saber las necesidades de la comunidad puede crear medios de comunicación, invitando a la interacción y a la inclusión. GRACIAS POR LEER.
Crónica colaborativa, gracias a Lizeth Pineda y Diana García por sus aportes en la investigación.
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