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Historias del baúl: XIII. El Sketchbook

Foto del escritor: Nicolás GodoyNicolás Godoy

Un óvalo delicado y grande en el centro del papel, dos líneas suaves para marcar tus cejas, grafito rojo para marcar tus labios, verde esmeralda en un difuminado sutil para definir tus ojos. Así voy creando nuestro amor en ese sketchbook, ese viejo bloc de hojas amarillas, desgastado, pero que ha sido mi compañía desde siempre.



El tiempo antes de ti, lo veo en sepia,

Y ahora no sé si han pasado 25 minutos o 25 años desde que te conocí.

A veces quiero estar seguro de que siempre ha estado conmigo tu olor a cereza. Pero cuando es de noche y no estás aquí, solo pienso en que somos dos pasajeros en este impredecible viaje llamado destino.

¿Cuánto durará esta sensación?

Marco así dos curvas paralelas para formar tus caderas, esas caderas que se sienten como refugio.


La tristeza hasta ayer era azul,

Pero ahora son las 9:13am y antes de que llegaras creía que jamás vería la esperanza de nuevo. Ese era yo, tan hecho a la idea de los finales tristes que ya tenía tus maletas hechas solo en caso de que quisieras dejarme sin explicación.

Sin embargo y sin anticipación, te robaste mi corazón y quiero saber qué haces con él. Ahora me veo en tus caminatas matutinas y camino al supermercado, tú agarras mi mano y la aprietas un par de veces, estoy sudando, pero al menos sé que mi corazón estará seguro contigo.


Cuando jugamos como niños veo amarillo,

Quiero que brinquemos en la cama por siempre, saltemos tan alto que terminemos haciendo que nuestro amor toque la atmósfera. Quedémonos sin aire y volvamos a tierra abracémonos y acabemos fundidos en carcajadas; dos corazones que laten y ríen al unísono.


La ciudad conquistamos y ahora vemos tonos anaranjados,

El sol se está poniendo, todos aquí tienen el corazón roto, solitario, deslizando de derecha a izquierda esperando venderlo al mejor postor. Tú y yo jamás llegaremos a tal confín ya que es el ‘boom, boom’ de cada pulso el sonido angelical que invade toda la ciudad y la ilumina mientras anochece, y ahora estoy viendo a la ventana y dibujando la falda que usaste el día de nuestra primera cita.


Nuestro primer encuentro lo veo en aguamarina,

Jurábamos para aquel entonces que seríamos amigos, que esto sería algo gris, cordial e incierto que concluiría un par de reuniones en centros comerciales, que pronto nos iríamos porque el sentimiento no era suficiente:¿Quién se imaginaría que tres septiembres después estaríamos escribiendo canciones sobre lo hermosa que es la vida?


“¿Por qué estaré tan solo?” Solía gritar a la medianoche antes de que llegaras con el perro que adoptamos para llenar de alegría el hogar. Mi alma se muda a su nuevo hogar, debo confesarte que ella y yo nos estábamos acostumbrando a la casa de la traición, tan negra y tan amarga: Mujeres que celebran mi partida con otro hombre, amigos que me empujaban al abismo y familiares que conspiraban mientras les daba la espalda. Y ahora, mientras pinto el paisaje con colores brillantes de punta fina, me doy cuenta que jamás estaré solo porque, desde que llegaste, incluso cuando mis ojos no puedan verte, te estaré dibujando.


En mis tiempos oscuros y de lluvia constante usaba la noche para calcular constantemente lo que tendría que hacer para que finalmente alguien se quedara a mi lado. Juré que la próxima vez le preguntaría a ese futuro amor de mi vida: “¿Qué podría hacer para que la magia jamás se fuera?” Y ahora estamos tú y yo, cenando juntos como siempre lo hacemos los miércoles, mi cabeza se balancea en estrategias y juegos - ¿Te seguiré gustando por siempre?¿Qué tendré que hacer? - Te pregunté. - Nada - respondiste de inmediato mientras consentías la cabeza de perro que, para el momento, estaba durmiendo.


Estaba tan acostumbrado a recorrer el mundo, tan hecho a la idea de que tendría que hacer lo impensable para que por fin alguien se quedara conmigo. De repente la presión que tenía en el pecho que impedía que respirara se fue, estaba tan acostumbrado al dolor que el dolor era amor. Y ahora estás tú diciéndome que la nada es hermosa ¿Qué puedo hacer? Mientras dormíamos, nuestros corazones se iluminaron cual acuarelas fluorescentes, el lugar está lleno de luz y la magia llegó de nuevo…


 

LA INSPIRACIÓN:

Amigos, ¡Enamorense para que pueda escribir sus historias! Contrario al estanque, el perfume o 19:11, que cuentan historias de amor que inician bien y terminan mal, “El sketchbook” es un historia del baúl que habla de amor y destino del bueno, del que se siente bien, tan puro, del que nos da tranquilidad porque sabemos que es sano (un poco romántico, sí) y eterno.


Esta historia es la antítesis de “El Solo”, de hecho, ambas historias están inspiradas en la misma persona en dos momentos de su vida: En “El Solo” él estaba destruído, abatido, muerto, sin esperanza mientras que en “El sketchbook” él tiene esperanza, renació, cree en él y el mundo de nuevo, es inocente pero maduro al tiempo para dar cada paso con certeza ¡Claro que me gustó ver y escribir sobre tremendo desarrollo de personaje!


La historia la empecé a escribir en noviembre de 2021 e iba para el baúl 2.0. La verdad siento que no me he enamorado del modo que quería mostrar en esta historia (HAHAHA) entonces tal vez por eso es que la historia quedó en puntos suspensivos.



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